Sin dudas, una de las mayores pasiones de los uruguayos es el fútbol, ese noble deporte que consiste de 22 hombres corriendo atrás de un cuero inflado, pegándoles patadas pa’ todo cuanto lado, intentando embocar al arco.
Contándolo así, muchos dirán, “hay que ser giles” como les puede gustar ese juego, pero solo nosotros, los verdaderos apasionados por ese deporte, sabemos lo que es la alegría de hacerle un gol a nuestro rival de todas las horas, o la tristeza de que nos hagan ese gol, salimos a festejar como locos cuando ganamos algún campeonato, o nos encerramos y no queremos ni salir a la calle cuando lo perdemos, ese es el sentimiento del hincha, el verdadero hincha, el que sufre y disfruta con su equipo.
¿Pero a que viene todo esto? Ya les aclaro, no se pongan ansiosos.
Es que como en todo orden de la vida, están los que tienen sus pasiones ocultas, que se dicen hinchas de un equipo, que hablan todo el día de ese equipo, que es el mejor, que es el que jugó mas partidos en tal copa, que es el que más ganó tal otra...y así susecivamente, dándonos a creer fielmente que realmente son hinchas de ese cuadro, pero...como son las cosas!!!
Un caso genuino de ese tipo de hincha es el gran amigo Jorge Batlle Artigas, si el de casa Tito (para que no queden dudas), yo crecí soportando las bromas de Jorge con respecto a su (hasta hoy) querido Nacional, pero que enorme sorpresa me llevé cuando revisando archivos (de esos que siempre aparecen) me encontré con esta hermosa foto (y no lo digo por el modelo), donde queda al desnudo el verdadero sentimiento del tocayo del ex presidente, no hay palabras que logren describir lo que se ve acá, Jorge Batlle con la camiseta del equipo de sus amores, si la de ¡¡¡¡¡PEÑAROL!!!!.
Querido Jorge, asumí, te prometemos que vas a ser muy bien recibido en la barra de la Ámsterdam, y en el corazón de todos nosotros, verdaderos hinchas carboneros.
Yo sabía que todo el amor que tú profesabas a Nacional, era de la boca para afuera, que detrás de esa enorme panza, hay un corazón rayado de amarillo y negro.Bienvenido al club de los ganadores... (Me cobré de vos, prepárate Tabi)
Contándolo así, muchos dirán, “hay que ser giles” como les puede gustar ese juego, pero solo nosotros, los verdaderos apasionados por ese deporte, sabemos lo que es la alegría de hacerle un gol a nuestro rival de todas las horas, o la tristeza de que nos hagan ese gol, salimos a festejar como locos cuando ganamos algún campeonato, o nos encerramos y no queremos ni salir a la calle cuando lo perdemos, ese es el sentimiento del hincha, el verdadero hincha, el que sufre y disfruta con su equipo.
¿Pero a que viene todo esto? Ya les aclaro, no se pongan ansiosos.
Es que como en todo orden de la vida, están los que tienen sus pasiones ocultas, que se dicen hinchas de un equipo, que hablan todo el día de ese equipo, que es el mejor, que es el que jugó mas partidos en tal copa, que es el que más ganó tal otra...y así susecivamente, dándonos a creer fielmente que realmente son hinchas de ese cuadro, pero...como son las cosas!!!
Un caso genuino de ese tipo de hincha es el gran amigo Jorge Batlle Artigas, si el de casa Tito (para que no queden dudas), yo crecí soportando las bromas de Jorge con respecto a su (hasta hoy) querido Nacional, pero que enorme sorpresa me llevé cuando revisando archivos (de esos que siempre aparecen) me encontré con esta hermosa foto (y no lo digo por el modelo), donde queda al desnudo el verdadero sentimiento del tocayo del ex presidente, no hay palabras que logren describir lo que se ve acá, Jorge Batlle con la camiseta del equipo de sus amores, si la de ¡¡¡¡¡PEÑAROL!!!!.
Querido Jorge, asumí, te prometemos que vas a ser muy bien recibido en la barra de la Ámsterdam, y en el corazón de todos nosotros, verdaderos hinchas carboneros.
Yo sabía que todo el amor que tú profesabas a Nacional, era de la boca para afuera, que detrás de esa enorme panza, hay un corazón rayado de amarillo y negro.Bienvenido al club de los ganadores... (Me cobré de vos, prepárate Tabi)
Comentarios
pero a papa no le pega para nada la camiseta no te das cuenta la tristeza de su mirada...a veces por uno u otro motivo tenemos q hacer cosas q no son de nuestro agrado pero ta...saludos señor de las monedas