Cyber Rock va a dejar "saudades"

Allá por mediados del 2005 cuando la vida me dio la oportunidad de volver a mi querida Tranqueras, de la cual me había alejado por 10 años, un 13 de agosto abrío sus puertas en la tradicional esquina de 18 de Julio, (la S de 18, como preferí llamarla) un nuevo emprendimiento, el cual lo llamé Cyber Rock.
Quien lo mira fríamente, no es nada mas que un negocio en el cual se vende un servicio de Internet, impresiones, insumos etc..., pero mi mirada era diferente, cada cliente que entraba al cyber, para mi era especial, el poder acercarme nuevamente a la gente de mi pueblo, el ir reconociéndolos, la gran mayoría los ubicaba por ser “hijos de…” ya que cuando me fui eran unos niños, y ahora jóvenes que estaban viviendo la misma etapa generacional que yo cuando me aleje de la ciudad.
Los más chicos casi en su totalidad tampoco me ubicaban, y a partir de ese emprendimiento nos fuimos conociendo mutuamente.
Particularmente siempre dije que los que llegaban al cyber no eran clientes, eran amigos, y sinceramente así lo sentía, y estoy seguro que la inmensa mayoría de los que pasaron por ahí podían percibir eso.
¿Cuantas parejas se arreglaron o dejaron en las maquinas del cyber?¿Cuantos secretos se contaron amigos distantes a través del msn?¿cuantas fotos subieron al Orkut?¿cuantas buenas notas en el liceo o la escuela se lograron con material bajado de Internet e impreso en Cyber Rock?¿Cuantas veces putearon por no poder escuchar una cumbia entre las músicas que sonaban todo el día en los parlantes del local?¿y cuantas veces disfrutaron de estar en un ambiente donde podían escuchar desde los Rolling Sones hasta la Vela Puerca, de Shakira a Led Zeppelín.
Hoy, diferentes motivos hacen que tenga que tomar la difícil decisión de darle adiós a Cyber Rock, por un lado la muy saludable popularización de Internet, permite que mucha gente ya tenga este vital servicio en su domicilio, así como también la llegada del plan Ceibal proporcionando maquina y conexión a todos los niños, hace que el servicio brindado por el cyber ya no cumpla con esa función así como lo hacia años atrás, y por otro lado la actividad laboral paralela que tengo, me ocupa la mayor parte del tiempo y por lo tanto no puedo dedicarle la atención que se merece el cyber.
Nombrar a los “amigos” uno por uno es imposible, ya que fueron muchísimos los que entraron por la puerta de Cyber Rock y escucharon las preguntas ¿maquina? ¿Tiempo libre o prepago? A cada uno de ellos, desde los que me acompañaron del primer día hasta hoy, así como los que llegaron de casualidad una sola vez para comprar un chicle, a todos ellos dos palabras quiero decirles: ¡¡MUCHAS GRACIAS!!.
Pero de ninguna manera puedo olvidarme de los que estuvieron del otro lado del mostrador durante esos años, los que me ayudaron a hacer de Cyber Rock, ese punto de referencia que fue en la ciudad, comenzando por el “pelado” Isaac, que varias veces casi me hizo caer el pelo a mi. Mariana y el “oreja” Diego, que aparte de trabajar conmigo, cuando no dábamos abasto, no dudaron en prestarme sus maquinas para ponerlas al servicio del cyber, Cristina por las veces que la tuve que molestar para que se quedara atendiendo mientras yo salía hacer algún mandado, Bismark por el apoyo fundamental para que pudiera comenzar la actividad, Maria Noel por las veces que me tuvo que poner las pilas cuando me veía medio desanimado, a mi familia por siempre estar a mi lado, a Daniela, Noelia, la Kika, Celina, Alfredo el intrepido, Yony, la “Cuica” Karen, quizás los que estuvieron menos tiempo, pero no por eso fueron menos importantes, también Felipe y sus nervios a flor de piel, Natali la que más tiempo me acompaño, y ahora por ultimo Ricardo y Maria José, a todos ellos un enorme y sincero agradecimiento.
Pido perdón si me olvidé de alguien, es que recordar tantos nombres a veces se complica, pero lo cierto es que cada uno de los que alguna vez entraron al cyber o hicieron parte de ese emprendimiento de una u otra forma tienen ganado un lugar en mi corazón.
Nos vemos.