Cuando escuché aquel ronquido que se acercaba lentamente, acompañado de una suave alarma que con su pi pi pi pi me despertó de la siesta, vi por la ventana que se me había hecho realidad el sueño, estaban arreglando la calle de mi casa, de inmediato salí a registrar para la posteridad ese momento, y aparte con esta foto quiero terminar de aclararle al querido/a anónimo/a que es fiel lector del blog y no sabía a que casa me refería cuando imploraba a todos los santos y vírgenes que me arreglaran la calle, pues ahí está, con la foto creo que no van a quedar más dudas.
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JAJAJAJA