Invasión de grillos en Tranqueras.
Me acuerdo la cantidad veces que “trotié” alrededor del salón bailando esa clásica marcha de carnaval, pero ahora sinceramente me provoca un ataque de pánico mezclado con ira cada vez que se me viene esa melodía a la cabeza, y no es precisamente porque estoy renegando de aquellos preciosos tiempos de carnavales que seguramente ya no volverán, sino que el tema es otro….¡¡¡no sé de donde salieron tantos grillos!!!!
Las havaianas, los mata insectos, escobas, lampazos o cualquier objeto contundente que esté al alcance de mi mano lo utilizo para combatir estos insoportables bichos.
Dicen que a los grillos no se los puede matar porque sino no entra plata en la casa, francamente prefiero seguir como Tarzan: “pelado y a los gritos” a tener que aguantar toda la noche a esos bichos.
Hace unos años fue la invasión de “cascudos”, los cuales si bien eran tan repugnantes como estos bicharracos, al menos eran silenciosos, muy diferente a la actual invasión de estos insectos ortópteros llamados científicamente de Gryllidae, los cuales son insoportablemente ruidosos.
Estoy tan atormentado por los bichitos, que hoy mismo andaba caminando por el centro de la ciudad y me cruce con el querido tapicero Amaro del barrio Brasil, el popular "Grillo" y les juro que si no fuera porque pasó muy rapido en su bicicleta, lo aterrizaba de un chinelazo.
Ahora mismo mientras escribo esta nota hay uno de ellos que me está martirizando con su cri cri cri, tanto es así que termino por acá nomás y voy a salir a la caza del bicharraco, y prometo que no descanso hasta dejarlo hecho una cataplasma con mis havaianas 42.
Me acuerdo la cantidad veces que “trotié” alrededor del salón bailando esa clásica marcha de carnaval, pero ahora sinceramente me provoca un ataque de pánico mezclado con ira cada vez que se me viene esa melodía a la cabeza, y no es precisamente porque estoy renegando de aquellos preciosos tiempos de carnavales que seguramente ya no volverán, sino que el tema es otro….¡¡¡no sé de donde salieron tantos grillos!!!!
Las havaianas, los mata insectos, escobas, lampazos o cualquier objeto contundente que esté al alcance de mi mano lo utilizo para combatir estos insoportables bichos.
Dicen que a los grillos no se los puede matar porque sino no entra plata en la casa, francamente prefiero seguir como Tarzan: “pelado y a los gritos” a tener que aguantar toda la noche a esos bichos.
Hace unos años fue la invasión de “cascudos”, los cuales si bien eran tan repugnantes como estos bicharracos, al menos eran silenciosos, muy diferente a la actual invasión de estos insectos ortópteros llamados científicamente de Gryllidae, los cuales son insoportablemente ruidosos.
Estoy tan atormentado por los bichitos, que hoy mismo andaba caminando por el centro de la ciudad y me cruce con el querido tapicero Amaro del barrio Brasil, el popular "Grillo" y les juro que si no fuera porque pasó muy rapido en su bicicleta, lo aterrizaba de un chinelazo.
Ahora mismo mientras escribo esta nota hay uno de ellos que me está martirizando con su cri cri cri, tanto es así que termino por acá nomás y voy a salir a la caza del bicharraco, y prometo que no descanso hasta dejarlo hecho una cataplasma con mis havaianas 42.
Comentarios
Un abrazo grande a todos
Con respecto a tu sugerencia, te comento que ya hay una nota sobre el lobizon, está en las entradas de enero del 09, fijate en la barra lateral que llegas hasta ella.
Un abrazo desde Tranqueras
Larry
Con respecto a tu sugerencia, te comento que ya hay una nota sobre el lobizon, está en las entradas de enero del 09, fijate en la barra lateral que llegas hasta ella.
Un abrazo desde Tranqueras
Larry
Desde nuestro primer encuentro, ibamos marchando bien, pero hoy no estamos de acuerdo.
Busca la letra roja de lo incertado.
Un abrazo y buen fin de semana.
Yuyo.
"En la baranda, habitaba un grillo, que era mi amigo y se llamaba “Yuquiña”.
Al caer la noche y cuando la paz comenzaba a enamorar el barrio, él comenzaba su canto monótono y penetrante, pero muy agradable a mis oídos.
Se creaba una muy placentera comunicación entre el silencio y su canto.
Al escucharlo, se disipaban todos mis miedos
Hasta hoy me encanta el cantar del grillo.
En las noches silenciosas asuncenas, ya al borde del sueño, es cuando mas impacto hace y mi Sofía lo busca porque no puede dormir, y a mi, todo lo contrario, me duermo plácidamente con sus sones.
Me encanta el canto del grillo"
Como puede percibir que te encanta tales insectos, ya estoy comenzando a organizar una campaña para recolectar a todos los grillos de Tranqueras y mandartelos para ahi.
Un abrazo desde Tranqueras
Larry