Arriba en el recuadro, de izquierda a derecha: Derly, Miguel, Larry, Ricardo y Pablo, 5 campeones del 90 que se encontraron ayer...
y recordaron las épocas que corrían atrás de un cuero inflado.
En la tarde de ayer domingo, estaba en una reunión política, y en eso pegue una barrida con la vista por todo el salón para ver quien andaba por allí, de inmediato entre la montonera de gente vi que sobre un rincón charlaban Derly Ibáñez, Pablo Quiroga, Miguel Sandin y Ricardo Lozano, cuatro ex jugadores del glorioso Tranqueras, con quienes tuve el placer de jugar allá por principios de los años 90, cuando recién salía de los juveniles y entraba (bueno...en realidad no entraba mucho, estaba como Claro Pérez, siempre en el banco) a “alternar” como decía don Dalmaud en la mayor del verdinegro.
Fue en el año 90 si no me equivoco, que después de mucho tiempo sin lograrlo, el Tranqueras salio campeón local después de derrotar a Peñarol por penales en la final, y fue en ese año que los 5 que ayer nos encontramos participamos de una u otra forma en esa conquista, Derly como ayudante del DT. Raúl Dalmaud y nosotros cuatros integrando el plantel.
Obviamente me acerqué y nos pusimos a charlar, y en menos de 30 segundos ya estábamos contando anécdotas de las épocas de jugadores.
Fue en ese rubro que se destaco el espigado Derly, gran zaguero del verdinegro, quien nos contó la historia del "clásico de los pollos", la cual se las voy a resumir acá:
Resulta que en su etapa de jugador, Derly era funcionario de la intendencia, donde entre otros trabajaban muchos jugadores del Artigas como Antonio Cardozo, el bombero “boca”, y algún que otro “maneco”, además de haber unos cuantos hinchas de la rojiblanca en la esfera municipal.
Como Derly no era de achicarse ni adentro ni afuera de la cancha, aposto con los del tradicional rival que en el clásico que se jugaría el fin de semana, la victoria seria de la verdinegra, y el monto de la apuesta no se contaba en pesos ni dólares, sino que en plumas, porque jugó un pollo con cada hincha del Artigas, lo que resulto en 8 aves que tenia que pagar si la victoria se la llevaba la rojiblanca.
Llegó el domingo y arrancó el partido, y al rato ya estaba ganando el Artigas por uno a cero, lo que le valía 2 puntos a los de la calle Elena Navarro y le costaba 8 pollos al zaguero Derly.
Viendo que “se le venia la noche” y que se le escapaban los plumíferos, Derly se arrima a la línea de cal y le pega el grito a Raúl Dalmaud, técnico también en aquella época, “Seu Raul, vó perdendo 8 pollo, por favor faz algo” fue lo que le imploró el zaguero al técnico, quien se dio vuelta y miro hacia el banco donde estaba sentado el otro personaje de la historia, Ricardo Lozano, quien con las trompas por tocar el piso de tan emburrado que estaba por haber quedado en la percha, se levanta y va hacia el llamado de don Raúl.
“Entra allá adelante y trata de hacer algo” le dijo el técnico a Ricardo, quien siempre había sido zaguero, pero en la desesperación de don Raúl por salvarle los pollos a Derly y como Ricardo es como regalo de rico “pura tamaño” lo mandó a la olla.
¿Si les digo que Lozano hizo dos goles y el Tranqueras ganó me creen? Pues fue exactamente eso lo que sucedió, 2 goles de Ricardo y Derly no tuvo que salir a visitar gallinero ajeno para pagar la apuesta, es más, se ganó los 8 pollos y no le dio ninguno a Ricardo, quien en la tarde de ayer obviamente se los reclamó.
Historias como estas hay miles en el futbol Tranquerense, si saben alguna manden nomás que la publicamos, porque seguro mas de un hincha del Artigas va a querer revancha para contar las suyas ganadas.
y recordaron las épocas que corrían atrás de un cuero inflado.
En la tarde de ayer domingo, estaba en una reunión política, y en eso pegue una barrida con la vista por todo el salón para ver quien andaba por allí, de inmediato entre la montonera de gente vi que sobre un rincón charlaban Derly Ibáñez, Pablo Quiroga, Miguel Sandin y Ricardo Lozano, cuatro ex jugadores del glorioso Tranqueras, con quienes tuve el placer de jugar allá por principios de los años 90, cuando recién salía de los juveniles y entraba (bueno...en realidad no entraba mucho, estaba como Claro Pérez, siempre en el banco) a “alternar” como decía don Dalmaud en la mayor del verdinegro.
Fue en el año 90 si no me equivoco, que después de mucho tiempo sin lograrlo, el Tranqueras salio campeón local después de derrotar a Peñarol por penales en la final, y fue en ese año que los 5 que ayer nos encontramos participamos de una u otra forma en esa conquista, Derly como ayudante del DT. Raúl Dalmaud y nosotros cuatros integrando el plantel.
Obviamente me acerqué y nos pusimos a charlar, y en menos de 30 segundos ya estábamos contando anécdotas de las épocas de jugadores.
Fue en ese rubro que se destaco el espigado Derly, gran zaguero del verdinegro, quien nos contó la historia del "clásico de los pollos", la cual se las voy a resumir acá:
Resulta que en su etapa de jugador, Derly era funcionario de la intendencia, donde entre otros trabajaban muchos jugadores del Artigas como Antonio Cardozo, el bombero “boca”, y algún que otro “maneco”, además de haber unos cuantos hinchas de la rojiblanca en la esfera municipal.
Como Derly no era de achicarse ni adentro ni afuera de la cancha, aposto con los del tradicional rival que en el clásico que se jugaría el fin de semana, la victoria seria de la verdinegra, y el monto de la apuesta no se contaba en pesos ni dólares, sino que en plumas, porque jugó un pollo con cada hincha del Artigas, lo que resulto en 8 aves que tenia que pagar si la victoria se la llevaba la rojiblanca.
Llegó el domingo y arrancó el partido, y al rato ya estaba ganando el Artigas por uno a cero, lo que le valía 2 puntos a los de la calle Elena Navarro y le costaba 8 pollos al zaguero Derly.
Viendo que “se le venia la noche” y que se le escapaban los plumíferos, Derly se arrima a la línea de cal y le pega el grito a Raúl Dalmaud, técnico también en aquella época, “Seu Raul, vó perdendo 8 pollo, por favor faz algo” fue lo que le imploró el zaguero al técnico, quien se dio vuelta y miro hacia el banco donde estaba sentado el otro personaje de la historia, Ricardo Lozano, quien con las trompas por tocar el piso de tan emburrado que estaba por haber quedado en la percha, se levanta y va hacia el llamado de don Raúl.
“Entra allá adelante y trata de hacer algo” le dijo el técnico a Ricardo, quien siempre había sido zaguero, pero en la desesperación de don Raúl por salvarle los pollos a Derly y como Ricardo es como regalo de rico “pura tamaño” lo mandó a la olla.
¿Si les digo que Lozano hizo dos goles y el Tranqueras ganó me creen? Pues fue exactamente eso lo que sucedió, 2 goles de Ricardo y Derly no tuvo que salir a visitar gallinero ajeno para pagar la apuesta, es más, se ganó los 8 pollos y no le dio ninguno a Ricardo, quien en la tarde de ayer obviamente se los reclamó.
Historias como estas hay miles en el futbol Tranquerense, si saben alguna manden nomás que la publicamos, porque seguro mas de un hincha del Artigas va a querer revancha para contar las suyas ganadas.
Comentarios
¡Que lindos recuerdos de aquellos inolvidables tiempos siempre latentes en nuestros corazones!
Ahi te envio esos garabatos de alla por la decada del 50, asi que es para los nostalgiosos de aquellos años, por lo que tendras que recurrir a alguno de ellos para que te narre aquellas tardes de domingo donde "su Magestad el futbol, reinaba en Tranqueras"
Un abrazo
Yuyo.
ARTIGAS VS. TRANQUERAS
A mi querido tío BEBE.
“Del 50 y pico al 60 y pico”
Domingo de fiesta, el fútbol que aclama,
racimos humanos por las calles van,
en el Barrio Artigas la cancha se inflama,
hoy juega el Tranqueras con su gran rival.
Naranjas sabrosas perfuman el aire,
pasteles de dulce, manies tostados,
las niñas bonitas pasan sus donaires
entre florecidos piropos alados.
Cual circo romano irrumpen atletas
bajo disonantes hurras y conjuros,
los gurises saltan como marionetas
la vieja arpillera que sirve de muro.
Beltrame muy manso, aquieta los ánimos,
la boina del “Bebe” ya quiere golear,
el “Toto” y el “Tito” ya no son hermanos,
el grito de Eduardo pidiendo penal.
El Tolo en el arco da mil volteretas,
el “Sapo” despeja y patea a la vez,
“Rochita” se escapa como una saeta,
Lo sigue el “Beisudo” pisando los pies.
“Lulú” entra al área como y cuando quiere,
pero el gran Maestro ya lo está parando,
retumban los gritos de Laprebendere:
¡Arriba “Shalera”, te me estás quedando!
Dorico en la raya ataja a la gente
que no se conforma con solo mirar,
los ojos se clavan allá en “los del frente”
de sus bocas salen injurias sin par.
Una boina blanca se tiñe de rojo:
Se revuelca el “Oso”, el “Bebe” en el suelo.
Octavio y Dorita gritan sus enojos,
Santiaguito rasca su facón ganguero.
El penal de Eduardo, ahora si vale,
entre santiguados y gran alegría,
cortando el silencio del Tranqueras sale,
un grito que dice : ¡solta o sapo Mira!
Termina la fiesta, comienza el bochinche :
no ha habido vencido en el viejo duelo,
entrada la noche sigue en el boliche
el pleito mas lindo del querido pueblo.
Yuyo Rehermann Palomeque
Asunción del Paraguay