El día que Chilavert nos hizo entrar a Los Aromos.

Con "El Chila" y Berbia en los Aromos

Chilavert campeón uruguayo en el 2003 con Peñarol

Corría el año 2003 y la noticia cayó como una bomba en el ambiente futbolístico de nuestro país, José Luis Chilavert, el arquero paraguayo considerado por muchos como uno de los mayores goleros de la historia, venía a jugar a Peñarol.
En esa época yo todavía estaba aquerenciado allá por el sur, más precisamente en la ciudad de Pando (si, esa misma...la capital de las casas de “luz roja”) y como todos saben, y si no lo van a saber ahora, el complejo Los Aromos, donde practica Peñarol queda a escasos 10 kilómetros de allí.
Aprovechando que Diego “el oreja” Suárez andaba de visita por allá, y sabiendo que era hincha del carbonero, me sirvió de excusa perfecta para ir a hasta el complejo mirasol a buscar un autógrafo del ídolo paraguayo.
Manoteamos nuestras camisetas rayadas, un marcador y obviamente la cámara de fotos y partimos a cumplir la misión.
Pero...¡¡¡la pucha!!!Cuando llegamos “se nos cayó la pistola al agua”, como era día previo a un partido, no dejaban entrar a ver las practicas, eso fue lo que nos dijo el portero cara de aquello que queda en el medio de las dos nalgas, que sin siquiera esbozar media sonrisa nos dejó bien claro que no podíamos pasar.
De inmediato me puse a pensar como convencerlo, miré a mi costado y lo vi al oreja en lo alto de sus 12 años, con una cara de infeliz incrustada en el medio de sus dos parabólicas, los ojos caídos y el pelo....bueno igualito a como lo tiene ahora, sin saber lo que es un peine y las patillas como haciendo una rampa en las orejas, pensé de inmediato “si viendo la cara de Diego este loco no nos deja entrar, es porque tiene menos corazón que un zapallo.

"Mire la cara del pobre guri, vino de Tranqueras,a 500 kmts y se va hoy, dejelo solamente pedir el autografo" le dije al sujeto.
Ni se inmutó el desgraciado, lo miró al oreja, luego a mi, gruño un “no pueden pasar” se dio vuelta y se fue.
En eso, a unos 50 metros aparece el Chila y el gallego Berbia, quienes se dirigían a la cancha secundaria a practicar, “Chila, fírmanos la camiseta!!” pegué el grito, “el paragua” levanto la mano y girando el dedo índice nos indicaba que a la vuelta lo haría.
Dije “ta’ este nos cuenteo, nos va a hacer esperar media hora y después se mete pa’ dentro por alguna puerta lateral y nosotros quedamos regalados como “sordo que se peda en una misa”.
Pero no es que el Chila cumplió, pasados unos 45 minutos el arquero levanta la mano y hace la clásica señal para que vayamos, a lo que yo también en lenguaje de señas le abrí los brazos y señale al portero que no nos dejaba entrar.
“¡¡¡Ey hermano, déjelos pasar!!!” le grito el Chila al “cara-chraxá”....ahhhh ¿no se imaginan como pasamos aquel portón? Agrandados como alpargata de bichicome y sacando pecho como petiso con plata.
Saludamos al Chila y a Berbia, conversamos un poco y el paraguayo nos firmo las camisetas pero... faltaba un detalle, la foto ¿Quién nos sacaba?
Giré el pescuezo hacia donde estaba el “amable” portero y con una sonrisa atravesada al mejor estilo maestro Tabarez le dije “jefe, ¿no se anima?” ya alcanzándole la cámara.
Ahí arriba esta el recuerdo de ese día, que a mí como hincha de Peñarol no se me va a olvidar jamás.
Dejo también un video, que aclaro que no lo hice yo, sino que lo "gatié" de you tube, de algunos momentos de la carrera del paraguayo, para que los más chicos, que no lo vieron al Chila en acción, tengan idea lo que fue tener a ese “Monstruo” en Peñarol.