2 arco iris sobre el cielo tranquerense
Ahí está el final del "mozo", ¿o será el principio?
El verdadero tesoro es el espectaculo de la naturaleza
Desde chico me dijeron que al final de arco iris hay una olla o “pote” como decimos acá repleto de oro.
Esta tarde cuando viajaba por la ruta 30 a unos pocos kilómetros de nuestra ciudad, me sorprendí cuando vi no solo uno, sino que dos fenómenos ópticos multicolores, a pocos metros de distancia.
De inmediato se me vino a la mente toda aquella historia sobre el oro donde termina el arco iris, y fue por eso que no dude en ponerme a seguir con la vista el arco de luz para ver si podía ubicar el final del mismo.
No tuve que andar mucho para lograrlo, ahí nomás senté mi pata 41 en el freno de la camioneta, me bajé rapidito como quien roba, antes que un gaucho que iba pasando mansamente en su “pangaré” me ganara de mano y se quedara con el tesoro.
Pero…le erré feo, no era el final por lo visto, sino que el comienzo del arco iris, porque lo mas parecido a oro que había era una tapa herrumbrada de cerveza brasilera.
Cuando me retiraba del lugar pateando piedritas, desilusionado por ver truncada mi posibilidad de encontrar el botín, al darme vuelta para dar la ultima “puteada”, al ver nuevamente ese tan lindo espectáculo me di cuenta que el verdadero tesoro ya me lo había regalado la madre naturaleza.
Esta tarde cuando viajaba por la ruta 30 a unos pocos kilómetros de nuestra ciudad, me sorprendí cuando vi no solo uno, sino que dos fenómenos ópticos multicolores, a pocos metros de distancia.
De inmediato se me vino a la mente toda aquella historia sobre el oro donde termina el arco iris, y fue por eso que no dude en ponerme a seguir con la vista el arco de luz para ver si podía ubicar el final del mismo.
No tuve que andar mucho para lograrlo, ahí nomás senté mi pata 41 en el freno de la camioneta, me bajé rapidito como quien roba, antes que un gaucho que iba pasando mansamente en su “pangaré” me ganara de mano y se quedara con el tesoro.
Pero…le erré feo, no era el final por lo visto, sino que el comienzo del arco iris, porque lo mas parecido a oro que había era una tapa herrumbrada de cerveza brasilera.
Cuando me retiraba del lugar pateando piedritas, desilusionado por ver truncada mi posibilidad de encontrar el botín, al darme vuelta para dar la ultima “puteada”, al ver nuevamente ese tan lindo espectáculo me di cuenta que el verdadero tesoro ya me lo había regalado la madre naturaleza.
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ruben sosa