Por suerte, o mejor decir por una buena actuación de la alcaldía, este año el arbolito de navidad de la plaza de los 33 orientales fue armado con el debido tiempo.
Ya desde hace un par de noches se lo ve brillando, dando el tan característico color de las fiestas navideñas al centro de la ciudad.
Ayer, justamente el pino fue testigo de las actividades registradas en el marco del evento llamado "museos en la noche" organizado por la casa de la cultura por segundo año consecutivo.
Pena que se tuvo que suspender el asunto debido a que de un momento a otro se vino flor de chaparrón, tal vez motivado por una especie de "danza de la lluvia" realizada en esos instantes por los integrantes del grupo de capoeira que cantaban y bailaban en el corazón de nuestra principal plaza.
Bienvenido el espíritu navideño que emana del añejo árbol.
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JACQUELIN