Un buen día llegó a su oficina el dueño de una importante
empresa, la cual estaba pasando por algunos inconvenientes económicos y notó que la recepcionista estaba un poco bajoneada. ¿Qué le
pasa? Le preguntó el patrón a la funcionaria.
Es que estoy un poco preocupada, pues he escuchado que van a
reducir personal y creo que mi función no es importante, por lo que pienso que
dentro de poco voy a quedar sin trabajo si las cosas no mejoran, dijo la Sra.
Ante esas declaraciones, el patrón miró a la funcionaria y con
voz tranquilizadora le dijo: “Sepa que usted ocupa uno de los puestos más
importantes de nuestra empresa, de usted depende que muchos clientes hagan
negocio con nosotros o no, pues usted es la primera cara visible de nuestra
firma, es la primera imagen que tienen de la empresa, es la primera impresión que
reciben de nosotros, y como los clientes la vean y sean recibidos por usted, va
a depender en mucho que hagan o no negocios con nosotros, entonces quédese
tranquila que usted es pieza clave en nuestra empresa y nosotros la valoramos y
la cuidamos como tal.”
Dicho esto, la funcionaria cambió su postura y pasó a
percibir su trabajo desde otra perspectiva, y eso la hizo ser mejor en su
función y le permitió seguir trabajando por muchos años más.
Se preguntaran ¿a qué viene esta perorata? o este cuentito
como dice alguno, pues bien, salvando las distancias, nuestro “recepcionista”,
nuestra primera cara visible, el que un día fue un hermoso Portal de acceso a la
ciudad, el pasado 20 de diciembre, hace casi 6 meses atrás, sufrió las
consecuencias del Dios Eolo, quien en un ataque de furia o en un estornudo mitológico
sopló fuerte y armó el tal relajo en nuestro pueblo, y dentro de ese relajo
volaron algunas letras del Portal transformando a TRANQUERAS en TNEAS y abrió
uno de los portones dejándolo recostado contra uno de los pilares de hierro,
tal cual un mamao’ después de la quinta medida.
Pues bien gente, creo que ya es hora de dar una acomodatita
en nuestra entrada, no digo que se vayan a colocar de inmediato las letras,
pero de última…saquemos el TNEAS y que quede sin nada, y vamo’a dar una enderezada en el portón que está
roto, no creo que sea muy difícil.
Antes que salte alguno, ya digo: Sé que hay cosas más
importantes, que hay otras prioridades, etc…etc…y todo eso que van a decir los que siempre ven el lado negativo de las cosas, pero lo que
planteamos no es que se gaste absolutamente nada en el Portal, sino que
arranquen las letras que no dicen nada y que pongan el portón en el lugar…eso
nada más.
No queremos, ni nos interesa con esto buscar culpables, pero
si encontrar una solución, pues realmente la imagen que se tiene de nuestra
ciudad viendo ese Portal es de que no se le da ninguna importancia, y dicho sea de paso, eso fue donación de una
empresa y no le salió dos vintenes, y el
propietario de la empresa lo donó con mucho gusto, por lo cual también creo que
es señal de respeto darle una acomodada al menos hasta que se pueda rehacer
todo como corresponde.
Es una modesta sugerencia de AET, y espero que no se
molesten, pero lo que queremos sencillamente es ir mejorando nuestra querida
Tranqueras, y si no reclamamos de vez en cuando, se puede pensar que estamos
todos conformes, y nosotros no somos conformistas, queremos siempre ir
mejorando.
Vamos a darle el valor que se merece a nuestra primera cara
visible, a nuestra postal tranquerense.
Hasta la próxima semana.
Así se veía el portal por la noche...y así durante el día, lo que era orgullo para los tranquerenses...
Hoy se ve así....
nuestro portal de entrada.
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