Al pasar por la plaza de deportes el día de ayer, cuan grande fue mi sorpresa cuando vi que la piscina que se estaba construyendo ahí, estaba pronta y llena de agua.
Ahí mismo, pare el vehiculo, me bajé corriendo, a tan alta velocidad que al primer paso ya voló un chinela, la que fue enseguida acompañada por la otra no más que tres pasos después, me saqué la camiseta y la tiré como para que fuera a parar como mínimo en uno de los aros de la cancha de basquetbol, todo eso mientras corría y pensaba en el delicioso chapuzón que me iba a dar en la tan deseada piscina.
Por suerte, “Zacarías” el sereno estaba atento a la jugada, y seguro pensó ¿y ese loco que va hacer?, y se me atravesó tal cual un gaucho que va a atajar una vaca que se va pa’ la calle, y al grito de epa! epa!, me hizo clavar los frenos.
Gracias Zacarías!! Sino estaría hasta ahora enterrado de cabeza en el gran pozo de agua y barro que se había convertido la futura piscina.
Lo que había sucedido, es que la gran cantidad de lluvias caídas en los últimos días, provoco que se llenara de agua el pozo de la piscina, dejándola totalmente inundada, lo que retraso la obra y por lo cual van a tener que utilizar una bomba para poder vaciar el lugar y seguir con la construcción.
Dos sentimientos se cruzaron en mi cabeza, por un lado la decepción de saber que vamos a tener que esperar un poco más hasta que este pronta la piscina, y por otro la alegría de no haber quedado como chancho en un chiquero si no fuera la intervención de Zacarías.
El que quiera creer que crea.
Nos vemos.
Ahí mismo, pare el vehiculo, me bajé corriendo, a tan alta velocidad que al primer paso ya voló un chinela, la que fue enseguida acompañada por la otra no más que tres pasos después, me saqué la camiseta y la tiré como para que fuera a parar como mínimo en uno de los aros de la cancha de basquetbol, todo eso mientras corría y pensaba en el delicioso chapuzón que me iba a dar en la tan deseada piscina.
Por suerte, “Zacarías” el sereno estaba atento a la jugada, y seguro pensó ¿y ese loco que va hacer?, y se me atravesó tal cual un gaucho que va a atajar una vaca que se va pa’ la calle, y al grito de epa! epa!, me hizo clavar los frenos.
Gracias Zacarías!! Sino estaría hasta ahora enterrado de cabeza en el gran pozo de agua y barro que se había convertido la futura piscina.
Lo que había sucedido, es que la gran cantidad de lluvias caídas en los últimos días, provoco que se llenara de agua el pozo de la piscina, dejándola totalmente inundada, lo que retraso la obra y por lo cual van a tener que utilizar una bomba para poder vaciar el lugar y seguir con la construcción.
Dos sentimientos se cruzaron en mi cabeza, por un lado la decepción de saber que vamos a tener que esperar un poco más hasta que este pronta la piscina, y por otro la alegría de no haber quedado como chancho en un chiquero si no fuera la intervención de Zacarías.
El que quiera creer que crea.
Nos vemos.
Comentarios
Clau, Gisela. Mirna, Guillan
Con respecto al helado, cuenten con el, les voy a regalar una cassata de 5 litros, lo único que tienen que pasar a buscarla el 30 de febrero, ni antes ni después.