¿Porque digo eso? es simple, es claro (hay que meter el chivo ¿no?), los que nos vemos obligados a visitar el querido Banco Republica diariamente, muchas veces cuando entramos a la institución, nos encontramos con ella: a veces está chiquita y lenta, otras enorme pero rápida, otras ¡¡¡enorme y lenta!!!, muchas veces doblada, otras tantas desordenada, y como si fuera poco también la encontramos duplicada.
¿A que me refiero? Si… a la cola, esa que cuando entramos y es muy grande decimos uhhh!! y miramos hacia un lado y hacia el otro, no se para que, pero miramos, luego medios perdidos como ciego en tiroteo, entramos, ahí ya tenemos el primer inconveniente porque nunca sabemos quien es el ultimo (y más si hay gente sentada) pero en fin tratamos de ubicarnos a esperar el turno.
Es entonces que nuestra mente comienza a divagar, porque no hay nada como el ocio para que uno se ponga a pensar pavadas, y no hay nada más ocioso que la cola de un banco, salvo que justo la suerte este de nuestro lado y tengamos adelante algún conocido para charlar, como fue el caso del día de hoy, cuando nos pusimos a intercambiar ideas y solucionar los problemas del mundo, con un participante de la tan famosa cola.
Fue en este entorno, que nos planteamos lo bueno que seria para esta querida ciudad la implantación de un cajero automático.
¿Para que? Dirán algunos, “somos una ciudad chica” dirán otros, pero nuestra realidad muestra que hoy en día, son muchísimas las personas que cobran sus sueldos mediante tarjetas, que para eso deben perder un día de trabajo para viajar a Rivera, además mediante ese sistema también se pueden hacer depósitos las 24 horas, sacar plata, consultar saldos, en fin un montón de tramites que sin dudas descongestionarían el banco y dotaría a la ciudad de un servicio fundamental y esencial.
Los contras dirán “pero se va a formar cola en el cajero”, y bueno, sin colas no podemos vivir, pues fue en una cola que nació la idea de esta nota.
¿A que me refiero? Si… a la cola, esa que cuando entramos y es muy grande decimos uhhh!! y miramos hacia un lado y hacia el otro, no se para que, pero miramos, luego medios perdidos como ciego en tiroteo, entramos, ahí ya tenemos el primer inconveniente porque nunca sabemos quien es el ultimo (y más si hay gente sentada) pero en fin tratamos de ubicarnos a esperar el turno.
Es entonces que nuestra mente comienza a divagar, porque no hay nada como el ocio para que uno se ponga a pensar pavadas, y no hay nada más ocioso que la cola de un banco, salvo que justo la suerte este de nuestro lado y tengamos adelante algún conocido para charlar, como fue el caso del día de hoy, cuando nos pusimos a intercambiar ideas y solucionar los problemas del mundo, con un participante de la tan famosa cola.
Fue en este entorno, que nos planteamos lo bueno que seria para esta querida ciudad la implantación de un cajero automático.
¿Para que? Dirán algunos, “somos una ciudad chica” dirán otros, pero nuestra realidad muestra que hoy en día, son muchísimas las personas que cobran sus sueldos mediante tarjetas, que para eso deben perder un día de trabajo para viajar a Rivera, además mediante ese sistema también se pueden hacer depósitos las 24 horas, sacar plata, consultar saldos, en fin un montón de tramites que sin dudas descongestionarían el banco y dotaría a la ciudad de un servicio fundamental y esencial.
Los contras dirán “pero se va a formar cola en el cajero”, y bueno, sin colas no podemos vivir, pues fue en una cola que nació la idea de esta nota.
Comentarios
La atencion actual es un atraso.