San Pedro también hace turismo

A lo que todo indica, y por como viene pintando la cosa, este año hasta el “viejito de arriba” esta haciendo turismo, al menos en lo que a clima se refiere.
Estoy tratando de esforzar mi memoria pero creo que hace tiempo no se da una semana santa sin lluvias, al menos por estos “nortes” nuestros.
El que si andaba un poco perezoso es Eolo, el dios del viento según la mitología griega (viste Aurelia como algo me queda) hasta hoy no había querido dar el aire de su gracia, y las cometas, tan tradicionales en estas épocas todavía seguían en tierra firme esperando aunque sea una brisita para intentar ganarse el cielo.
Por suerte hoy si Eolo se acordó que estamos en turismo y soplo un poco, lo suficiente para hacer subir las cometas, y fue con ese fin que salí junto a mi hijo y mi padre a recorrer la ciudad en busca del mejor lugar para hacer volar al hombre araña que estaba agachado en el medio de la cometa, como agazapado pa’ saltar si el marimbo iba muy alto, porque parece que le tiene miedo a las alturas.
Ya de arranque el panorama era alentador, se ve que la gurisada estaba con ganas, porque no fueron pocas las cometas, bombas, marimbos y cuanto bicho que pueda volar, que se veían en el transcurso del camino.
Dos cosas para los padres prestar atención, y lejos estoy de querer ponerme a sermonear, pero…vi muchos gurises solos en plena ruta 30, entusiasmados mirando al cielo, viendo como vuelan las cometas, pero sin darse cuenta del transito que pasa en la carretera, muchos van a decir “todos los años se remonta y nunca pasa nada”, es verdad, “casi” nunca pasa nada diría yo, pero no olvidemos que a aumentado muchísimo el transito en la ruta, principalmente con camiones, así que no está demás el aviso, hay montones de lugares lindos y sin peligro para remontar comentas, el campo del club de Leones entre Mevir y la escuela 92 es muy bueno, el abasto, la cancha del puente, etc.. y lo segundo, por favor que los gurises no intenten sacar las cometas cuando caen en la red de alta tension, demás esta decir el porque.
A propósito, es algo curioso y que me tiene levemente intrigado, el porque solamente en nuestra zona se remonta cometas en turismo, pues de Tacuarembó pa’ arriba, hablando en criollo, la costumbre es remontar en setiembre, y si pensamos un poquito, es ese mes el que generalmente se caracteriza por los días con viento, y no es que esté diciendo que está mal remontar en semana santa, sino que también estaría bárbaro hacerlo en el mes que entra la primavera, porque tenemos la costumbre de que después que pasa turismo, guardamos las cometas y hasta el año que viene no las volvemos a sacar, como si existiera una ley que lo prohibiera.
Otra actividad típica de esta semana es la salida a pescar, no son pocos los que ya a esta hora les están dando carne a los mosquitos en medio de algún monte.
Eso si, van bien preparados, generalmente son grupos de varias personas, cada uno lleva su monito, alguna frazada, farol, 2 anzuelos y 5 damajuanas de vino (por cabeza) no sea cosa que falte.
Como siempre, el pescado más grande va a ser el que se les escapó, los 3 o 4 bagrecitos roncadores que traigan, junto con alguna vieja del agua, no es que sean el único fruto de su pesquería, sino que van a ser los únicos que se salvaron de un ataque de leones y tigres que devoraron todos los otros pescados “enormes” que habían sacado, y por ese motivo no pudieron traer nada más (¿no es verdad?)
No me puedo olvidar tampoco de la no menos clásica “juntada de Marcela”, sino salgan el viernes santo a la ruta 30 (pero con cuidado eh!!!) a ver cuantas señoras van a ver en las banquinas o campo adentro, agachadas juntando tan “vital” yuyo, generalmente ellas van arrancando y los esposos o compañeros o el que esté al lado, es el que carga el manojo, con cara como diciendo “¿pa’ que quiere esto?” , eso mientras se le ve la cara, porque después queda totalmente tapada por el racimo de yuyos, que una vez llegado a la casa, va a servir para hacer “cuando mucho” un tesito o 2 a lo sumo, y luego se va a juntar a la abandonada cometa, resecándose hasta volverse un puñado de gajitos secos.
¡Díganme si no es cierto todo esto! Pero también digan si no son esas costumbres tan nuestras las que nos hacen olvidarnos un poco los problemas del día a día y disfrutar aunque sea por un ratito, las cosas simples pero hermosas, que tiene nuestra querida Tranqueras.