Voy a iniciar esta entrada, refrescando la memoria, y lamentablemente en algunos casos, creo que enseñando quien fue José Gervasio Artigas.
El hombre nació en Montevieo, el 19 de junio de 1764, y falleció en Paraguay, el 23 de setiembre de 1850, fue un militar, estadista y máximo prócer uruguayo.
][]Recibió los títulos de «Jefe de los Orientales» y de «Protector de los Pueblos Libres». Fue uno de los más importantes estadistas de la Revolución del Río de la Plata, por lo que es honrado también en la Argentina por su contribución a la independencia.
Pues bien, en nuestra Plaza de los 33 Orientales, donde se encuentra el busto a nuestro héroe nacional, miren con lo que me encontré en la tarde de hoy, una poetiza tranquerense, dejo estampado sus versos llenos de magia y encanto, en las piedras que recubren el pedestal del prócer. Pero eso no es todo, la cabeza de Artigas, si esa que ideo mil estrategias para derrotar a los enemigos en tantas batallas, para poder darnos la libertad, que dicho sea de paso, no se ni si la merecemos, porque hacemos tan mal uso de ella a veces, esa cabeza también sirvió como receptora de tan “adorables” versos.
Y no me digan que es la edad, que la adolescencia y que tres flautas, la educación y las buenas costumbres deben estar por encima de todo.
Me pregunto, ¿Por qué toda esa “inspiración poética” no la vuelcan en algo constructivo?, los cuadernos que deben estar en blanco, así como sus cabezas, serían mucho más adecuados para recibir esos adorables versos, y que dicho sea de paso, podrían cumplir una excelente función en algún baño publico, en momentos que falte papel higiénico.
Pequeño detalle, junto al busto hay una placa que dice “Sean los orientales tan ilustrados como valientes”, ni un palabra más...
El hombre nació en Montevieo, el 19 de junio de 1764, y falleció en Paraguay, el 23 de setiembre de 1850, fue un militar, estadista y máximo prócer uruguayo.
][]Recibió los títulos de «Jefe de los Orientales» y de «Protector de los Pueblos Libres». Fue uno de los más importantes estadistas de la Revolución del Río de la Plata, por lo que es honrado también en la Argentina por su contribución a la independencia.
Pues bien, en nuestra Plaza de los 33 Orientales, donde se encuentra el busto a nuestro héroe nacional, miren con lo que me encontré en la tarde de hoy, una poetiza tranquerense, dejo estampado sus versos llenos de magia y encanto, en las piedras que recubren el pedestal del prócer. Pero eso no es todo, la cabeza de Artigas, si esa que ideo mil estrategias para derrotar a los enemigos en tantas batallas, para poder darnos la libertad, que dicho sea de paso, no se ni si la merecemos, porque hacemos tan mal uso de ella a veces, esa cabeza también sirvió como receptora de tan “adorables” versos.
Y no me digan que es la edad, que la adolescencia y que tres flautas, la educación y las buenas costumbres deben estar por encima de todo.
Me pregunto, ¿Por qué toda esa “inspiración poética” no la vuelcan en algo constructivo?, los cuadernos que deben estar en blanco, así como sus cabezas, serían mucho más adecuados para recibir esos adorables versos, y que dicho sea de paso, podrían cumplir una excelente función en algún baño publico, en momentos que falte papel higiénico.
Pequeño detalle, junto al busto hay una placa que dice “Sean los orientales tan ilustrados como valientes”, ni un palabra más...
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