Vista de los fogones
Continuando con mi puesta al día, el 12 de octubre pasado se llevó a cabo una nueva edición del festival Mate y Cumbia, creado por el amigo Marcelo Ivañez y apoyado como todos los años por Agro veterinaria Centro (y no estoy cobrando la publicidad Danilo)
La novedad es que en esta oportunidad se realizó en la cancha de la comisaría, frente a la sede del Artigas, por si alguno se pasaba de copas ya estaba cerquita del calabozo, pero como el nombre mismo lo dice, lo que más se veía era mate, y obvio se escuchaba mucha cumbia, así que todo transcurrió en la más absoluta calma.
Alumnos de diferentes centros de enseñanza realizaron demostraciones de danza, siendo la “estrella” de la tarde la Cumbia de relaciones, o sea tipo un pericón pero con más “saaaborrrr”.
De gran destaque fueron los fogones realizados por diferentes escuelas de la zona, en los cuales se podía conseguir torta frita, pasteles, empanadas (y alguna “empañada” también) y todo tipo de comida criolla, siendo que lo recaudado con tales ventas era a total beneficio de los centros de enseñanza.
Demás esta decir que este tipo de actividades son siempre bienvenidas en nuestra ciudad, pues se une diversión, cultura y beneficio en una misma tarde.
Obviamente como dice el “tio nego” la yerba y el agua eran gratis, por lo cual pude hacerme de un paquetito de Yacuí que pa’ dos cebaduras me dio (es que mi mate es chico...)
La novedad es que en esta oportunidad se realizó en la cancha de la comisaría, frente a la sede del Artigas, por si alguno se pasaba de copas ya estaba cerquita del calabozo, pero como el nombre mismo lo dice, lo que más se veía era mate, y obvio se escuchaba mucha cumbia, así que todo transcurrió en la más absoluta calma.
Alumnos de diferentes centros de enseñanza realizaron demostraciones de danza, siendo la “estrella” de la tarde la Cumbia de relaciones, o sea tipo un pericón pero con más “saaaborrrr”.
De gran destaque fueron los fogones realizados por diferentes escuelas de la zona, en los cuales se podía conseguir torta frita, pasteles, empanadas (y alguna “empañada” también) y todo tipo de comida criolla, siendo que lo recaudado con tales ventas era a total beneficio de los centros de enseñanza.
Demás esta decir que este tipo de actividades son siempre bienvenidas en nuestra ciudad, pues se une diversión, cultura y beneficio en una misma tarde.
Obviamente como dice el “tio nego” la yerba y el agua eran gratis, por lo cual pude hacerme de un paquetito de Yacuí que pa’ dos cebaduras me dio (es que mi mate es chico...)
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