Hace mucho tiempo habíamos estado hablando con mi amiga Carina “movistar” Rodríguez, sobre el entrañable Marcelino.
Vecino de la “MoviChica”, el simpático personaje vive hoy tranquilo en su humilde casa, ya no se lo ve mas juntando palitos (o “gravetos” como decimos acá) por la calle, poniéndolos bajo el brazo y tirando una cuadra más adelante.
Tampoco anda batiendo palmas con la sonrisa en el rostro pidiendo “pao cum xuque” (pan con azúcar por si a alguien le queda duda) o “muñata” asada.
Estoy seguro que los tranquerenses que están leyendo esta nota, más allá de la foto sacada y cedida por Carina, están viendo en este momento a Marcelino en su imaginación, una imaginación que estoy seguro no debe ser tan fértil, en el buen sentido de la palabra como la del personaje en cuestión, pues mas allá de su “locura”, la sonrisa eterna dibujada en su rostro nos dice que si bien físicamente el está acá con nosotros, su cabecita anda volando por lugares fantásticos, cosa que a nosotros los “normales” nos debe dar una sana envidia, pues si en este momento nos ponemos a pensar, nuestra cabeza debe estar llena de problemas, que seguramente nos vamos a dar cuenta que la mayoría de ellos no son “tan graves” como suponemos, si miramos y nos dejamos contagiar por la franca, sincera, soñadora y eterna sonrisa de Marcelino.
“¡¡¡¡Larga vida al “pao cum xuque!!!!”
Comentarios
nombre/url
Gracias Coco por éste magnífico trabajo Arriba y adelante!!!